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martes, 10 de mayo de 2011

Arena López Mateos: 44 años después


El mundo de la lucha libre es -como muchos- uno en el que cuesta mucho trascender y mantenerse. La competencia llega, el talento emigra, los cambios siempre son vistos con recelo y la economía merma el acceso al progreso.

La lucha libre es un deporte popular, eso no es noticia, la gente que acude a las arenas muchas veces debe hacer sacrificios para poder adquirir su lugar en la grada y con ello sacar sus demonios personales transformados en gritos de apoyo o reprobación a quienes pisan el ring.

En 1967 ocurrían cosas extrañas, como que nevara en la Ciudad de México en enero, que The Doors comenzará su carrera musical, que el campeón Cassius Clay decidiera no enlistarse en el ejército o que fuera asesinado Ernesto "Che Guevara".

Pero en lo que lo que nos gusta -la lucha libre- el 14 de mayo de 1967 se inauguró la Arena López Mateos, en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México, entonces un área muy al norte de la capital.

En nuestro País las cosas no siempre dan espacio a la diversión. Las crisis económicas han existido desde entonces, hubo movimientos sociales, devaluaciones, tragedias naturales o humanas, y sin embargo el recinto luchístico de Tlalnepantla se mantuvo en pie y superando sus crisis particulares.

La lejanía de la capital ( en un inicio), la ausencia de televisión ( en diversas etapas ), la aparición de espectáculos de Estados Unidos que llenan de luz a las pantallas pero no de talento y trabajo de ring y otras tantas adversidades han sido sorteadas de alguna forma por la familia Guzmán Herrera para lograr festejar el 44 Aniversario de un lugar en el que han luchado las más grandes leyendas.

El Santo, Blue Demon, Mil Máscaras, Dr Wagner, Perro Aguayo, Rocky Santana, Atlantis, Canek y otros de diferentes épocas han llenado el lugar. Incluso los ahora reconocidos en la WWE como Alberto del Río y Sin Cara apostaron sus máscaras en Tlalnepantla ( como Dos caras Jr en una jaula y como Místico, respectivamente) saliendo vencedores en sus batallas.

Con tanta historia siempre será grato verlos festejar su aniversario, esperanzados de que nunca deje de haber un lugar en el cual practicar "la gritoterapia" los domingos en la tarde, o los días de funciones especiales en la Arena López Mateos.