Por The Wrestler Princess
Siguiendo con el recuento de algunas de las figuras que el próximo 3 de diciembre se presentaràn en la Arena López Mateos en la Función Requiem por el Toreo, traemos una entrevista a uno de los precurosres de la lucha aérea: Súper Astro.
Originario de Tijuana, Baja California, Súper Astro supo conquistar al público no sólo Mexicano, sino también extranjero. Este luchador de 45 años de edad, comparte con los lectores de rudezaesgrandeza.com, un poco de su trayectoria, su familia y, claro, un poco sobre su cafetería.
Los inicios de Súper Astro son como “un aficionado normal” cuando a los 6 años es invitado a observar a sus ídolos Santo y Blue Demon: “Verlos salir del vestidor y dirigirse hacia el ring con sus capas era algo mágico”. Tiempo después y ya ingresado al Pentatlón de Tijuana, Súper Astro comenzó los entrenamientos de lucha libre.
La máscara la diseñé a los 9 años, pero no tenía el nombre para el personaje. Yo quería una máscara con muchas estrellas, que llamara la atención y cuando se la enseñé a la persona que hizo el diseño me dijo que era muy original. Después de que me la confeccionaron, esa máscara quedó guardada hasta 1977, cuando debuté en el Olímpico Auditorio –en Los Ángeles--, como Súper Astro.
Sin embargo, antes de consolidarse como Súper Astro, uno de los Cadetes del espacio (en tercia con Solar y Ultraman), el camino fue duro.
“Yo ya luchaba como Rey Bucanero en Tijuana, a finales del 74, principios del 75 debuté en Ensenada, Baja California con el nombre de Rey Bucanero.
Cuando empiezo a luchar en Ensenada y participo con otros compañeros, nunca me imaginé que el nombre de Super Astro pudiera darme realce y tener éxito mundial. Cuando llego a los ángeles a finales del 76 llegué luchando como Rey Bucanero, muchos me auguraron éxito; sin embargo tuve problemas con mi estatura porque en donde quiera que había pisado un ring era el más bajo, entonces muchos me decían que no servía para luchar.
Yo sabía luchar, sabía ganarme a la gente, tenía carisma, pero por la situación que estaba pasando decidí que se acababa, que ya no quería saber nada de la lucha libre.
Una vez en Tijuana volvía a luchar con mis movimientos característicos, sin embargo no gusté, quizá porque no tenía máscaras, pero no gusté, entonces regresé a los Ángeles y estuve un tiempo sin luchar, sin embargo me preparaba con pesas, correría… siempre, como decía mi maestro, hay que estar preparado para cuando llegue la oportunidad y no prepararse cuando te den la oportunidad.
¿Cuál fue la importancia de Súper Astro en su vida?
Súper Astro me hizo despertar de esos problemas que había tenido con los mismos compañeros y con el problema de mi estatura. Acostumbrado a buscar siempre mi realización personal en todo lugar que visito (me fui de Tijuana hacia los Ángeles a los 17 años, a los 21 me contrataron en México y ahora ya tengo 26 aquí, en el Distrito Federal), decidí que era el tiempo de volver a luchar por la lucha libre.
Un día me encontré con el diseño de mis 9 años y fui con Antonio García, allá en los Ángeles. Hizo la máscara, me la puse. Recibí una invitación para que en el Olímpico Auditorio participara en la primera lucha y abrir el programa, me enfrenté contra el Príncipe Indú y yo debuté con el nuevo diseño. El estilo y el equipo fascinaron tanto al promotor como al público, entonces me contrataron para recorrer en gira la zona de las Baja Californias.
¿Cómo surge el mote de Súper Astro?
Al principio, el nombre del personaje tenía que hacer alusión a algo que venía del espacio, incluso pensé en El Cometa, por el dibujo correspondiente en la frente y al ponerme a pensar en un nombre adecuado me acorde de mi profesor y un amigo, entonces el mote de Super Astro fue la combinación del nombre de mi amigo Mando López que luchó en la Arena México en el 70 como Super Star, y mi maestro que se hacía llamar Astro.
En México es sabido que a toda iglesia le llega su fiestecita y la de Súper Astro llegó cuando arriba al Distrito Federal contratado por un mes y ante el gusto y aceptación que tenía el público por lo buen luchador que era, Francisco Flores (Q.E.P.D), quien le dio la oportunidad de presentarse en el Toreo de Cuatro caminos, lo incitó para que continuara su carrera en el Distrito Federal.
¿Cuándo fue la consolidación de Súper Astro?
Verme consolidado… Yo creo que fue cuando me coroné Campeón Mundial que destroné a Gran Hamada en Tijuana en 1986, entonces yo creo que esa fue la etapa en la que Super Astro estuvo en el lugar que tenía que estar.
¿Cuál fue su mejor pareja o su mejor tercia?
Cuando empezamos en el 80 a hacer pareja en Tijuana, éramos Kiss y Súper Astro, recibíamos a todos los rudos de gran nombre que llegaban a Tijuana. Ya en México hice tercia con Solar y con Ultraman. Más allá de acoplarnos también somos muy buenos amigos fuera del ring.
¿Qué significaron los Cadetes del Espacio en su carrera?
Pues más allá del éxito en el ring, hicimos muy buena relación afuera. Ellos eran unos señorones que me transmitieron su experiencia y gracias a que me traían cortito fue que no me volví loco: la fama hace daño si no tienes los pies bien puestos sobre la tierra; imagínate: dinero a manos llenas y fama. Ultraman y Solar siempre me llevaron por el buen camino para comportarme. Muchas veces cuando llegábamos a cualquier lado, en lugar de ofrecernos un taco de comer nos ofrecían vino y droga y me acuerdo muy bien que mis parejas me decían “eso no”, “vente para acá”.
Ultraman a pesar de la edad tiene un físico envidiable que cualquier jovencito quisiera tener y Solar, no se diga, creo que en cuanto a preparación son de los mejores luchadores que conozco. No hay ningún maestro como Solar.
En cuanto a sus viajes al extranjero, supongo que Japón ha sido una de sus máximas experiencias.
¿Japón fue una de sus mejores experiencias?
Yo diría que fue uno de mis grandes anhelos. Cuando llegué a México escuchaba que varios se iban contratados por fechas, otros por semanas y pues yo veía que iban y regresaban siempre gustosos, entonces cuando me contratan para ir por primera vez a Japón, hasta gratis iba, porque el dinero que me dieron no lo tomé ni en cuenta.
Mi objetivo en Japón, aparte de luchar, era conocer. Siempre he estado enamorado de los Estados Unidos, pero cuando conocí Japón me volví loco: quería cruzar la calle y a penas bajaba el pie de la banqueta, los carros se paraban, en los restaurantes es un placer servir a la gente, los policías no traen armas, toda la gente te saluda, en fin… Japón es maravilloso.
¿Cuál ha sido el éxito personal que le ha dejado la lucha libre?
¿Super Astro desea pertenecer a alguna empresa o está bien como independiente?
Estoy bien así, porque Super Astro no es fijo y menos ahora que sé cuanto es lo que uno se merece en la paga como profesional y también que cuando te lesionas a la empresa ya no le convienes cuando te tomas tu tiempo de recuperación.
Fuera de la vida luchística, Super Astro también es un triunfador, pues sabe hacer la lucha de muchas formas y muestra de ello es que tiene una familia “muy bonita”, como él mismo declara, además de su famosa cafetería “El Cuadrilátero”.
¿Dónde está la familia de Super Astro?
Aquí, en México. Tengo un varoncito que se llama Juan, le encanta la lucha libre, creo que volví a nacer en él, y tengo una niña de 6 años y mi esposa. Mi familia es muy bonita. Me casé a los 35 años, una vez que ya viví muchas cosas.
¿Podremos tener un continuador de Super Astro?
Claro, yo creo que después de que estudie algo para tener un sostén a parte del de la lucha libre, me gustaría, si el quiere, que continuara con lo que hizo su padre y con lo que le toque vivir en su tiempo.
¿Cuál fue el paso de la lucha libre a una torteria?
Cuando estuve en Tijuana tenía un restaurante, pero no podía atenderlo por el tiempo de las luchas y demás compromisos, entonces ya una vez en México pensé en reabrir un restaurante siempre pensando en un futuro, porque el obvio que el cuerpo, por muy cuidado que esté, no te permite estar todo el tiempo que tu quisieras dentro de la lucha libre.
En corto, esta fue una pequeña parte de la vida de uno de los grandes de la lucha libre, quien, al igual que El Matemático, incursionó en la lucha espectacular del pancracio mexicano y ahora también deja ver su estilo en la torta gladiador.